Chimeneas: el horror de una adicción silenciosa al fuego crepitante

"Tus amigos y familiares te advierten de que pasas demasiado tiempo frente a la chimenea, pero al principio tú no quieres creerlo". Esther Lagos es una de las muchas adictas a una enfermedad poco conocida: la adicción al crepitar de los fuegos de chimenea. "Al principio todo parece muy relajado. Ya sabes, una copa de vino con tu chico, encender un fuego, disfrutar del paso de las horas. Hacerse un poco el intelectual, que mola, y luego hacer el amor apasionadamente, ¿qué de malo podría haber en ello?". El problema, según nos contó Esther, comienza después, ya que el fijar la atención en el aleatorio crepitar del fuego y en la diversidad de matices de sus colores, es adictivo. "Luego viene la etapa en la que bromeas, para justificar quedarte más tiempo de la cuenta, como yo, que decía que era como mirar el salvapantallas del Windows".

La enfermedad comienza lenta pero inexorable a desgastarlo todo (como el fuego) y al cabo del tiempo Esther y su novio apenas si tenían dinero para madera. "Acabas perdiendo la dignidad y echas al fuego lo que sea. Yo acabé quemando hasta mi graduado escolar". 

Finalmente, y tras un episodio en el que el novio de Esther casi pierde las retinas al quedarse mirando el fuego durante más de diez horas, decidieron entrar juntos en un centro de rehabilitación. "Es duro, muy duro, al comienzo quieres hacer una fogata donde sea. Yo le quemaba el batín a los médicos". Por suerte, Esther y su novio se recuperaron, y ahora dicen llevar una vida normal. "Hombre, hay cosas que no puedes hacer, como ir a una barbacoa, pero compensa". 

Acabaremos esta noticia adelantando que la plataforma Amazix Primi ha comprado los derechos para rodar una serie basada en esta historia, en la que los directores han decidido apostar por el realismo más contundente. "Es bestial. Hemos querido ir al nudo de la cuestión. Habrá planos de dos horas de una piña deshaciéndose. Realmente queremos mostrar la brutalidad de esta adicción", nos han asegurado desde la productora.