A la última: lo más "cool" es ponerse dos pechos de más

 
Todos sabemos que tiran más dos tetas que dos carretas. Lo que poca gente sabe todavía es que, con cuatro, la carreta asciende a la estratosfera y visita Marte. Hablamos con el cirujano estético Macías Paños, que en su clínica de Moratalaz está a la vanguardia de un nuevo movimiento: no solo arreglarse los pechos, sino ponerse dos más. 

Según nos cuenta el doctor Paños, todo comenzó un día en el que una clienta no se terminaba de decidir por el tamaño de sus pechos. Todo le parecía pequeño. "Yo lo que quiero es reventar mi Instagram con mis frases motivacionales llenas de sabiduría", decía la cliente, "pero, claro, alguna imagen tengo que poner. No es que me importe el físico". 

Todos estamos ya acostumbrados a esos influencers, hombres y mujeres, que a pesar de su corta edad ya disponen de una inmensa sabiduría que son capaces de condensar en frases lapidarias como que nadie te amargue la vida, ser feliz es una cuestión de actitud o sé tu mismo donde quiera que vayas. Es cierto que da la casualidad de que estas personas cultivadas también gozan de un cuerpo trabajado y un físico espectacular, sin que tenga relación alguna el hecho de que acompañen estas perlas de sabiduría con fotografías de escotes de vértigo, culos medio en pompas, o abdominales hiper trabajadas. 

Es por ello, y debido a que las citadas fotografías tienen que subirse, que el doctor Paños sugirió poner un par de tetas más. "¿Por qué no? Después de todo, se trata de algo que uno hace para uno mismo". Los susodichos melones adicionales pueden ser colocados en horizontal, en lo que el doctor Paños llama tetas en ristra, o en horizontal, en lo que conoce como el cuadrao de las pechugas. Ocasionalmente, también las instala en diagonal, pero admite que son casos excepcionales. 

"La verdad es que estoy contentísima desde que tengo mis cuatro tetas. Me siento super sexy. Lo hago por mí, no por nadie. Esto es genial", nos cuenta Mariló Santos, la última paciente del doctor Paños, que atendía a nuestro medio mientras el doctor cerraba la puerta tras su nueva cliente. Todos pudimos oír, antes de que cerraran: "Yo quiero seis tetas".

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